martes, 10 de mayo de 2011

Un liderazgo efectivo en medio del caos

“La vida no se mide por las bocanadas de aire que inhalamos sino por los momentos en que nos quedamos sin aire y cómo las personas que amamos forman parte de los momentos más importantes” Esta frase de Fernando Parrado me impactó mientras estaba leyendo la revista de HMS sobre experiencias en liderazgo. Parrado es un auténtico líder que, a los 20 años fue protagonista de uno de los mayores accidentes aéreos de la historia y se convirtió en uno de sus héroes. Durante los 72 días que duró la odisea de vivir en la montaña, sobrevivieron gracias al trabajo en equipo, un liderazgo efectivo para cada una de las situaciones y una capacidad de tomar decisiones rápidamente. Estas lecciones las aplicó al mundo de los negocios compartiendo su experiencia en compañías como Roche, IBM, Pfizer y Kraft Foods.

NANDO PARRADO
Donde se unen la catástrofe y el liderazgo
Para Nando Parrado, no siempre es planificar la efectividad o el liderazgo lo que emerge en una crisis. Se puede planificar tanto como uno quiera, dijo, pero en medio de una crisis es el instinto y la voluntad lo que impulsa las decisiones que se toman momento a momento.

Fernando (Nando) Parrado es uno de los sobrevivientes del accidente aéreo del vuelo 571 de la línea aérea uruguaya en Los Andes en 1972, una de las historias más convincentes de supervivencia que se ha escuchado jamás. Luego del accidente y del milagro de supervivencia de 16 de los 45 pasajeros y la tripulación ayudó a publicar el best seller “Viven” (Alive: The Story of the Andes Survivors). En 2006, fue el coautor del best seller según el New York Times “Milagro en Los Andes” (Miracle in the Andes: 72 Days on the Mountain and My Long Trek Home). En los 38 años que siguieron creó y conservó seis exitosas compañías y frecuentemente se le pide que exponga ante equipos corporativos para contarles la historia de la prueba que pasó y las lecciones que aprendió.

“El deseo de vivir”
Su punto de vista, por supuesto, es el resultado de 72 días de luchar por su vida y las vidas de sus compañeros en el trágico accidente en el cual su madre y su hermana perdieron la vida, él mismo se despertó de un coma, sobrevivió a una avalancha de nieve que mató a otros sobrevivientes y enfrentó decisiones que ninguno de nosotros quisiera tener que enfrentar alguna vez y sabiendo además que las partidas de rescate habían dejado de buscarlos y que el mundo creía que estaban muertos.

“No sabemos qué facetas de nuestro carácter tenemos” hasta que nos encontramos con un desafío que aparentemente no tiene ninguna esperanza, contó Parrado a la audiencia. “Cada decisión se mide en términos de vida y muerte. Usted se elevará a grandes alturas y descenderá a las peores profundidades”. En esos 72 días, Parrado dijo que él y sus compañeros “alcanzaron la excelencia” en cada uno de los temas: liderazgo, trabajo en equipo, toma de decisiones, manejo de crisis, innovación. "Pudimos vincularlas todas en una forma que nos permitió sobrevivir”. En las propias y poderosas palabras de Parrado, contó la historia de cuando el equipo de rugby y su madre y hermana llenos de triunfante alegría abordaron el vuelo con todas sus vidas por delante. A pocos momentos de elevarse, el avión cayó y él entró en coma. Luego, presenció la muerte de su madre y hermana y una avalancha que mató a dos de sus compañeros, incluyendo al capitán del equipo que había sido valiente en su liderazgo justo después del accidente.

Luego, el equipo tuvo que tomar decisiones cruciales, aún sabiendo en los momentos posteriores al accidente que la radio del avión había anunciado que la búsqueda había sido cancelada. Gran parte de la memoria del público en general se centró en las decisiones de los sobrevivientes de usar porciones de los cadáveres para alimentarse cuando consideraban cómo y si sobrevivirían.

“Moriré pero no lo haré aquí”
Fueron Parrado y un compañero los que se alejaron del fuselaje del avión mientras el equipo creía que estarían a unos pocos días de encontrar la civilización. A los cuatro días, llegaron a la cima de la montaña y Parrado vio un vasto horizonte de nada. No había signos de civilización en ninguna dirección. Continuaron seis días más. Finalmente, llegaron lo suficientemente abajo como para encontrar un arriero y pudieron dirigir a un helicóptero al sitio del accidente para rescatar al resto de los sobrevivientes.

“Yo dije, ‘moriré pero no lo haré aquí’”, recuerda Parrado que pensó a 6.000 metros de altura en la montaña. “Decidí que quería morir caminando”. “Comprenderán lo que aprendí en el frío de la montaña”, concluyó Parrado “es que la vida no se mide por las bocanadas de aire que inhalamos sino por los momentos en que nos quedamos sin aire y cómo las personas que amamos forman parte de los momentos más importantes”.

“Porque nunca sabemos qué pasará mañana”.

Consejos de un sobreviviente
“He manejado compañías pero no existen desafíos en los negocios, solo son temas a tratar. Olvídense de la teoría. La realidad cambia las perspectivas que tenemos. Nadie sabe qué tendrá que hacer hasta que hay que hacerlo y a veces hay que hacer y decir cosas que uno pensó que nunca haría o diría”.

Fuente: www.wbfargentina.com

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